- Mi Vida conmigo -

The Importance of being me.

viernes, abril 28, 2006

La Revolución de las Marionetas.

En las oscuridad de su habitacion, la funcion llegaba a su fin. Como tantas veces, el maestro de cermonias - el titiritero - cerro el telon conforme con lo que habia creado. "Otra noche perfecta" penso mientras tiraba a sus juguetes en separadas cajas de carton cerradas y las amontonaba contra distintas paredes del oscuro sotano que hacia las veces de teatro. Efervescente, subio las escaleras y dejo su pequeño mundo aislado en la oscuridad.
Solo con la luz de la luna, que se colaba por una pequeña abertura, como testigo se oyo un quejido desde una de las pequeñas cajas del recinto. Apagado y frio. Ni siquiera tenia sentido, pero era un quejido lastimero y lleno de tristeza. Sin embargo, al rato se sumo otro distinto, provenia desde otra caja, al otro lado de la habitacion. Y ese le siguio otro, y otro y otro. Siempre de distintas cajas, siempre de distintos lugares pero sumandose hasta formar una cacofonia de quejidos. Y cuando el ruido fue tal, el quejido se convirtio en murmullo. Un murmullos sutil y cuasi inexistente pero que con el correr del reloj iba tomando forma y fuerza. Y cuando el murmullo ocupo toda la habitación se convirtió en una queja. Una gran queja.
Desde los cuatro rincones de la habitación, las marionetas se quejaban. En un principio eran comentarios vagos. Dirijidos a nadie en particular, sin embargo, cuando el quejido los envalentono un simple nobre surgio de la boca de todos: Titiritero.
Exaltadas, las marionetas hablaban de lo mismo pero en distintos tonos y de distintas maneras. Algunas estaban cansadas, otras hervian de furia o se consumian por un vacio difuso y desconsolador.
Ninguna entendia que pasaba, pero les dolia.
Lentamente, una por una, las cajas se abrieron. Las pequeñas tapas se corrieron y los pequeños seres de madera salieron de sus ataudes de carton. Y por primera vez se vieron en el vacio de la oscuridad que los rodeaba. Estudiaron sus cuerpecitos de madera, sus distintos ropajes y sus distintas facciones. Todo tomaron conciencia de esos pequeños hilos que los ataban a la voluntad del maestro de ceremonias: finos y delicados, cuasi invisibles; pero terriblemente reales. Todos afrontaron la dura realidad de ser manejados, de no poseer movimiento propio. De saber que su voluntad no era suya a pesar de que la creian propia.
Algunos se retorcieron en sus cajas mientras que otros deseaban nunca haber abierto la tapa. Pero unos continuaron observando y se horrorizaron ante lo que vieron. Al principio pensaron que era algo particular de ciertas marionetas, pero el patron se repetia inexorablemente en todas ellas: Todas las marionetas del lugar llevaban pequeñas pero profundas heridas en sus espaldas. Tan profundas como el frio y filoso corte de un puñal. Y todas las marionetas recordaron que siempre que alguna se negaba a cumplir uno de los caprichos del titiritero iba a parar a una pequeña caja negra. Una caja de un color ebano, donde ningun sonido o luz tenia acceso. Abandonada a un ostracismo absoluto, la marioneta reposaba sin saber que era lo que ocurria. Inmerso en un oscuro mar de dudas mientras el vengativo señor tomaba los hilos de los demas y cautamente convertia la espalda del renegado en un alfiletero. Por que el oscuro señor era vengativo y recoroso, y sabia como nadie manejar los hilos para que ninguno de sus juguetes supiera nada.
Mientras todos se sentian horrorizados al ver sus manos machadas con la vitae de sus propios camaradas se dieron cuenta de por que el maestro las guardaba en cajas separadas. Por que jamas permitia que se vieran o hablaran.
El grito de furia fue unanime y recorrio la amplia habitacion. Amparados por la oscuridad de la noche, las marionetas volvieron cada una a sus cajas. Por pirmera vez, las marionetas hicieron un pacto: Venganza contra el titiritero.
Y así fue, en esa noche de luna llena en un pequeño y oscuro antro, que comenzó La Revolución de las Marionetas.

Pausa.

wow! pasó casi - sino exacto - un mes desde mi ultima visita. Gracias a los que pasaron, proximamente me internaré en sus blogs y les contaré que me anduvo pasando.
Solo les adelanto que no tener trabajo hace que se reveean muchas cosas. Paso mucha agua bajo el puente, y espero y bajandolo de a poco.
Saludos, Rain.