Era una noche en pleno Otoño que Rain caminaba rumbo al centro de la ciudad por una calle oscura (Pero de la oscuridad que no es tan oscura por que vivimos en el siglo XXI y hay foquitos por todos lados) Hacia un poco de frio, así que allí iba él arrebujado en su campera mientras pensaba en donde habría un telefono público. La calle estaba inusualmente tranquila y solo llegaba el rumor de los autos que a lo lejos cruzaban la avenida. Había él cruzado el pasonivel y solo distaban tres cuadras hasta su objetivo: El telefono. Así que apuró el paso para alcanzarlo con la mayor prontitud posible (Aquel paraje asemejaba a un escenario de la Profecia o El Exorcista) cuando un ruido lo sobresalto.
Cualquier hombre con mas de dos neuronas (y ante semejante escenario) hubiera corrido sin pensarlo, sin embargo este no es el caso de este caballero que se quedo quieto, inmovil, tratando de divisar que había sido ese ruido.
Podría decirles que aquí se bajo misteriosamente la barrera tras él, que se acercó para ver si el tren venía pero que finalmente comprobó que no había ningúno a la vista, que sintió su cuerpo estremecerse cuando un cuervo cruzó volando por encima de él ("Ese
sonido es un cuervo ¡Lo juro!") y el viento comenzó a soplar furiosamente por sobre su cabeza mientras ese extraño sonido (que no era el cuervo, sino otro, el primero) hacía de telón de fondo; repitiendose una y otra y otra vez. Podría decirles esto, pero no. Por que nada de esto paso... lo que si pasó fue que el Rain se quedó inmovil tratando de divisar que era aquel sonido y de donde provenía.
Así que aquí estamos, en una noche de Otoño, con un paraje inhospito y un sonido raro. Continuemos. Como dije, él se quedo quieto unos cinco, seis minutos mas o menos sin poder divisar el origen de ese sonido lastimero y triste. De alguna manera él sentía que le estaban pidiendo ayuda, sin embargo despues de buscar y buscar, no pudo dar con el origen del sonido. Disponíase entonces a marcharse cuando el llanto (ya molesto por cierto) retomó con mayor ímpetud sus súplicas. Cabe destacar que su mente fue abordada por la leyenda de
la llorona, personaje que se comía a los niños buenos de su localidad natal, pero recordó que esa era una leyenda del otro tren, no de esté que lo tenía atras, sino del otro que quedaba como a diez cuadras. Ademas no era un niño bueno. Así que respiro tranquilo y continuó buscando aquel extraño llanto.
Pronto se encontró dando vueltas alrededor de un árbol y encontró lo que buscaba. Sobre el árbol. Desde alli con unos profundos ojos amarillos ella lo miraba. Él solo atinó a sonreir y preguntarle "
¿Como llegaste ahí?"
Sin embargo ella ni se mosqueó, solo emitio un pequeño llanto y lo miro con ojos suplicantes (mas o menos
así) ante los cuales el cayó rendido y comenzó la escalada para bajarla del pedestal al que se había subido.
Una vez abajo, comprobó que no se había subido, sino que la habián subido el perro de la esquina y su barrita de rufianes. La secó un poquito y la dejo en el suelo diciendole "
Andate. Volvé a tu casa" mientras espantaba a la dulce gatita de no mas de dos meses lejos de él. Ella lo miró, dio un par de vueltas y lo volvió a mirar. El le dijo de nuevo "
Bueno, Chau" y dando media vuelta se alejo... o mejor dicho, trató por que ella lo siguió. Así que él nuevamente la tomo en sus brazos y la depositó nuevamente bajo el arbol diciendole "
Quedate aca, no me sigas... NO ¡Que te quedes! así... si, así. Chau."
Cuando se alejaba escuchó nuevamente el maullido, aunque este sonaba cordial y ameno en comparación al anterior. El aceleró al paso mientras repetía mentalmente (como un monje tibetano ante la tentación mas absoluta) el siguiente mantra "
Nolamiresnolatoquesnolehables"
Esto funciónó... por dos cuadras.
Ahí él se giró, la tomó entre los brazos y le dijo "
Ganaste, te venis a casa conmigo" Y como a ella no le gusta que la alzen se trepó a su hombro y cual loro pirata permanecio maullando, roroneando (con ese motorcito tan lindo que tienen los cachorros) y dandole mimos a Rain todo el trayecto hacia el telefono, la llamada y la vuelta a casa (donde lo primero que dijeron fue: "
Tu madre va a matarte")
Así fue como Rain conoció a Gea.
Esta es la historia de mi gata, quien desde el exacto periodo de "
Ayer" vive conmigo nuevamente. Debo decirles, que esta la primera noche juntos fue exactamente igual a la de aquella vez que la bajé del árbol: Puros mimos, maullidos y ronroneos.
Ella me acompaña desde hace siete años en todas mis locas aventuras ¿Por que no sumarla a la última y mas potente de todas?
En fin, ya traeré fotos.
Buen finde a todos.
